Técnicas de limpieza para los conectores de fibra óptica.
Cualquier
tipo de contaminación de fibra, incluyendo partículas de polvo, grasa cutánea,
residuos de capa de vapor condensado (aire) y polvos residuales después de que
se evapora el agua (u otros solventes), pueden ocasionar el fallo de alguno de
los componentes de la conexión o, en el peor de los casos, de todo el sistema.
La
limpieza adecuada, puede solucionar gran variedad de problemas en las
conexiones ópticas, pero para hacerlo correctamente, es necesario conocer los
procedimientos y las instrucciones indicadas para cada tipo de limpieza. De no
hacerlo, se corre el riesgo de contaminar la fibra aún más.
Los
tipos de limpieza más comunes son los siguientes:
1. Limpieza en seco
2. Alcohol isopropílico (húmedo)
Limpieza
en seco
La
limpieza en seco, es una eficaz técnica para eliminar contaminantes como finas
partículas de polvo o grasa cutánea.
Uno
de los mayores inconvenientes de la limpieza en seco, es que las partículas
desplazadas por el elemento limpiador, pueden rallar la superficie del conector
al ser arrastradas sobre su extremidad, causando así un aumento de atenuación
de señal o incluso dañando definitivamente el conector.
Limpieza
en húmedo
Uno
de los principales elementos activos de la limpieza húmeda es el disolvente que
se utilizará. Su correcta elección, junto con un secado fiable y eficaz será
esencial para una limpieza óptima. El objetivo principal de este sistema de
limpieza, es retirar el polvo y los contaminantes de la superficie del conector
sin rayarlo.
Para
obtener fibras limpias y libres de atenuación, el método de limpieza en
conectores constituye sólo una parte de este importante proceso; manejar los
conectores de la manera adecuada, es esencial si se desean obtener fibras
libres de contaminación.